miércoles, 24 de junio de 2009

Clima de aula: Componente del currículo escolar

La discusión alrededor del Diseño Curricular Nacional propuesto por el Ministerio de Educación ha suscitado la preocupación de la comunidad educativa, en este sentido Jaime Tejeda Navarrete miembro del Equipo de Especialistas de Conexiones Educativas pone sobre el tapete un aspecto poco tratado desde la perspectiva pedagógica, como es el conjunto de interacciones que se desarrollan en el proceso de enseñanza y aprendizaje y que configuran el “clima escolar”(primera parte).

“La escuela es un lugar donde se hacen amigos,
No se trata sólo de predios, salas, cuadros,
Programa, horarios y conceptos...
La escuela es sobre todo gente,
gente que trabaja, que estudia,
gente que se alegra, se conoce, se estima.
El Director es gente, el inspector es gente
El profesor es gente, el alumno es gente,
Cada funcionario es gente.
La escuela será cada vez mejor en la medida
En que cada uno, comparte como colega,
Amigo y hermano. Nada de islas cercadas de gente por todos lados
Nada de convivir con personas y después descubrir
Que nadie tiene amistad con ninguno
Nada de ser como el tijolo
Que forma una pared quedando indiferente
Frío y sólo.
Lo importante en la escuela no es sólo estudiar,
No es sólo trabajar, es también crear lazos de amistad,
Es crear un ambiente de camaradería
Es convivir
Ahora es lógico...
Ninguna escuela así va a ser fácil
Estudiar, trabajar, crecer,
Hacer amigos, educar, ser feliz”. Paulo Freire.

De un tiempo a esta parte se viene tomando en cuenta, de manera relevante, las relaciones interpersonales al interior de las instituciones educativas, en especial del aula, llegando a ocupar la máxima atención de los expertos en educación.

En la institución educativa también se pone de relieve el factor clima escolar y de aula (relaciones interpersonales), ya que este aspecto influye poderosamente en cada uno de los componentes de la practica educativa, tanto así que de no existir un clima escolar y de aula agradable y positivo, se corre el riesgo de que los propósitos institucionales no se cumplan.

Tradicionalmente nos hemos ocupado de todos los componentes del currículo: propósitos curriculares, contenidos, organización y secuencia de contenidos, métodos, recursos didácticos y evaluación. Hoy, resaltamos un séptimo componente el clima escolar y en especial el clima de aula favorable, que atraviesa a cada uno de los componentes anteriores, y que permiten desarrollar nuestros objetivos estratégicos de una manera más agradable y comprometida.

Por ello, nos animamos en afirmar que toda institución educativa posee un “clima” que repercute en su práctica educativa: “el buen clima escolar y de aula coadyuva al logro de los propósitos institucionales; por el contrario el mal clima los entorpece”.

Como desarrollar un adecuado clima en el aula o en cualquiera de los ámbitos de la institución educativa, es tarea de este artículo. Por ello, consideramos aspectos como: referencias y antecedentes del clima de aula, importancia y finalidad, enfoques y concepción y finalmente estrategias de manejo de clima de aula.

I. Referencias y antecedentes

Estar atento a los cambios que se producen a nuestro alrededor resulta muy beneficioso, especialmente cuando estos cambios tienen que ver con nuestro quehacer pedagógico. Hoy la vida moderna nos hace movernos en un contexto de adaptación a nuevos modelos y paradigmas, en que nos vemos enfrentados, especialmente las comunidades de nuestro país y de América latina en general. Situación que se produce por la necesidad o imposición de una cultura globalizadora que avanza inexorablemente transformando todo sistema y modelo de vida. La educación y todo su sistema no queda ajena a todos estos cambios, por el contrario, ella forma parte de todo este proceso como un agente catalizador. Es en este escenario donde se producen crisis y transformaciones, resulta muy importante la evaluación integral de todos aquellos procesos que intervienen en el aprendizaje y el quehacer pedagógico de los alumnos.

Entender que muchos de los problemas existentes en el ámbito educativo no están enmarcados necesariamente en el contexto de la instrucción, equipamiento, recursos didácticos, entre otros, sino en otros factores que tienen tanta validez como los mencionados. Es aquí donde se produce el gran cambio en educación, ya que por mucho tiempo se consideró que el rendimiento en los aprendizajes escolares pasaba principalmente por el desarrollo de aspectos cognitivos, estrategias, métodos y nuevas herramientas que faciliten la transmisión de conocimientos a los alumnos. Hoy las investigaciones en relación a rendimiento escolar y aprendizaje nos dicen que se ha incorporado un nuevo factor, que resulta ser muy decisivo sobre este tema en particular. Es el clima emocional o de aula el invitado especial en nuestro quehacer pedagógico. El clima escolar y de aula es un factor que está siendo motivo de estudio y dedicación al plantearnos los desafíos de aprendizajes en nuestros alumnos. Pues, no sólo considera las relaciones interpersonales que se generan en el interior de la escuela o aula, las que pueden ayudar o perjudicar un ambiente de compañerismo y de buena convivencia en las relaciones interpersonales, sino que también como el clima está en relación a los aprendizajes de alumnos (Tomado y recreado de Burgos Solís, Ramón.)

Sin lugar a duda estamos viviendo tiempos muy agitados y violentos, en donde los cambios se producen a corto plazo y en forma acelerada. Frente a estos cambios se ven afectadas profundamente tres instituciones socializadoras como son: la familia, el trabajo y la escuela. A inicios del siglo pasado ya se vislumbraba un torbellino en el quehacer científico y tecnológico situación que con los años se ha convertido en una gran avalancha la cual ha cubierto a todas las sociedades humanas. Hoy no existe rincón en el mundo donde la tecnología y el quehacer científico no hayan dejado huellas en el comportamiento humano dentro de cada sociedad.

Todos estos grandes cambios ocurridos en la humanidad producen efectos colaterales que surgen a partir de las transformaciones que experimentan cada sociedad. Por un lado, estamos encontrando respuestas y soluciones a diversos problemas de tipo económico, tecnológico y científico que mejoran y ayudan a la "calidad de vida de las personas" pero por otro lado, se presentan problemas y conflictos, tal vez muchos más graves de lo que las sociedades experimentaban antes de esta explosión económica, científica y tecnológica. Hoy nos encontramos frente a esta realidad: La sociedad en general no puede evitar el surgimiento de los diversos conflictos y problemas por medio de la ciencia y la tecnología.

Por otro lado, no debemos olvidar que las sociedades las componen seres humanos, es decir, son el resultado de interacciones entre sujetos individuales, con características propias, motivaciones emociones, sentimientos, esto hace que inevitablemente surjan los conflictos sociales.

Ahora bien, un conflicto se llama social cuando tiene relevancia estructural en una sociedad; por eso, una mera incompatibilidad entre dos personas aisladas no se reconoce como un conflicto social.

El gran problema que está por resolverse es el problema de convivencia humana, la comprensión, la cooperación entre los individuos dentro de la sociedad. Por tal razón, nace el deseo de tener un acercamiento a este tema, e indagar como se percibe el ambiente social en algunas instituciones, especialmente en la escuela.

Las instituciones humanas, como la familia, el trabajo y la escuela están profundamente afectadas por todos estos cambios que han surgido. La preocupación de psicólogos y sociólogos se hace muy evidente en estos últimos años y han dedicado varios estudios al análisis de esta problemática.

Los fundamentos que sustentan el estudio del clima o el ambiente social que se origina en las organizaciones e instituciones humanas proceden de las teorías psicosociales que asocian las necesidades y motivaciones de los sujetos con variables estructurales de tipo social. En síntesis muchos estudios sobre el clima se basan en el modelo "interaccionista" desarrollados por Kurt, Lewin, y Murray en Estados Unidos.

II. Importancia y finalidad

El clima en educación está tomando de un tiempo a esta parte, una real importancia a nivel social en el contexto nacional e internacional. De acuerdo a las múltiples informaciones se puede señalar que el interés y preocupación por este tema obedece a lo menos a dos situaciones muy puntuales en el contexto de la educación peruana: Exigencia en el mejoramiento de los aprendizajes, y el clima de violencia que se percibe en torno a la comunidad escolar.

Es un hecho empírico que los mejores aprendizajes se dan en un ambiente propicio en donde todos los actores de este proceso enseñanza – aprendizaje interactúan en cumplimientos de metas y objetivos trazados en este proceso.

Por otro lado está la percepción generalizada que tiene la sociedad sobre el clima que se produce en el interior de las instituciones educacionales. De un tiempo a esta parte las noticias de violencia originadas en el contexto de clima escolar y sobretodo de aula, se han hecho frecuentes en nuestra sociedad, y al parecer nos estamos acostumbrando a aceptar un clima de violencia escolar como parte del diario vivir de la comunidad escolar peruana.

Nadie pondría en duda la importancia que tienen los factores socio-ambientales e interpersonales al interior de las instituciones escolares. Para cualquier persona esta afirmación resulta ser obvia. De la misma manera que resulta importante para las empresas el factor socio-ambiental e interpersonal de sus trabajadores, lo es en el campo educativo.

Los estudios realizados en la década de los 80 en Europa, relacionados en describir las características principales de aquellas escuelas que se denominaban "Escuelas Eficaces" arrojaron algunos aspectos importantes, Cancino y Conejo los resume en los siguientes párrafos.

a) Las escuelas que se organizan y funcionan adecuadamente logran efectos significativos en los aprendizajes de sus alumnos.
b) Existen escuelas eficaces donde los alumnos socialmente desfavorecidos logran niveles instructivos iguales o superiores a las escuelas que atienden a la clase media. No siempre es la pobreza el factor crítico que impide los procesos escolares.
c) Los factores que caracterizan a estas "escuelas eficaces" podrían integrarse en los contructos de clima escolar y tiempo real de aprendizaje, siendo su elemento molecular, la frecuencia y calidad de las interacciones sustantiva.
d) Una vez cubiertas una dotación mínima de recursos, ya no son los recursos disponibles, sino los procesos psicosociales y las normas que caracterizan las interacciones que se desarrollan en la escuela, lo que realmente diferencia a unas de otras, en su configuración y en los efectos obtenidos en el aprendizaje.

A simple vista se puede apreciar que las características más relevantes de estas "escuelas eficaces" son:

a) Conducción efectiva de la escuela.
b) Un clima escolar propicio para el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje.
c) Énfasis en la adquisición de competencias educativas mas que contenidos.
d) Acompañamiento docente a los alumnos.
e) Fluida comunicación profesor–alumno,
f) Buenas relaciones entre alumnos, etc.